Ayer, martes, fue el cumpleaños de mi padre y para celebrarlo decidió que nos
invitaba a cenar a un sitio nuevo que han abierto cerca de casa. Hasta aquí
todo normal.
Cuando
llegamos al restaurante apenas había gente, ya que llegamos muy pronto, al día
siguiente había que madrugar, pero al cabo de media hora aquello se llenó hasta
los topes, todo era gente conocida de los alrededores, con ganas de divertirse
y olvidarse de la crisis. Alucinante,
pensé yo, es martes, ni siquiera viernes o fin de semana, y esto está a
reventar. ¿Dónde está la crisis?
Mi padre
comentó, al ver el panorama, que ese mismo día había oído en la televisión que
el año 2012 fue superventas de coches Ferrari.
Aquí hay
algo que no anda bien…
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