Estoy
convencido, yo no soy racista, comprendo a la gente que abandona su familia en
su país de origen para conseguir un trabajo, y viene a España a trabajar y a
hacernos la vida más fácil a los demás.
Pero no
puedo entender que, hasta hace poco, en
igualdad de condiciones y ante una grave enfermedad, se atendiera sin problemas
al inmigrante y se pusieran todo tipo de pegas al españolito que llegaba sin
tarjeta sanitaria.
También me
alarma el resurgir de una cantidad de enfermedades, tales como la escarlatina, el sarampión, que
prácticamente habían desaparecido y que ahora, fruto de esta avalancha de
inmigrantes, surgen con fuerza, cogiéndonos desprevenidos.
Ni qué
decir de la cantidad de asesinatos, robos y
enfrentamientos violentos a los que, día a día, nos enfrentamos. La mayoría provocados por ellos.
Pero, yo no
soy racisista.
“Está claro
que no somos todos iguales, pero seguramente no habríamos llegado hasta aquí
los unos sin los otros”
No hay comentarios:
Publicar un comentario